Así fue el mundial de pista de Saint Quentin en Yvelines

Por Xoan Escudero

Saint Quentin en Yvelines no existía hasta los años 60. Nació para dar respuesta al crecimiento de París y a pesar de estar a poca distancia del Palacio de Versalles nunca dejó de ser una más de las ciudades dormitorio de la capital francesa. Hasta que hace poco menos de 10 años la Federación Francesa de Ciclismo decidió levantar allí su velódromo nacional.

Desde entonces van dos Mundiales y un Europeo y en 2024 será sede olímpica. Este dato es lo que pone todo en perspectiva. Francia lleva años preparando esta cita, buscando talento, trabajando con una base enorme de ciclistas para poder llegar a los Juegos de París con los deberes hechos y con una generación de ciclistas en su plenitud.

Clara Copponi, Valentine Fortin, Marie Divine Kouame, Marion Borras, Mathilde Gros y Victoire Berteau, todas ellas medallistas en este mundial, son solo la punta del iceberg de talento que el país galo lleva mimando desde hace tiempo. Pero sobre todo, dan la sensación de ser ciclistas que no han llegado a su plenitud y que fácilmente se convertirán en la generación dorada en el óvalo.

Miércoles

La primera medalla en repartirse era la del Scratch y Martina Fidanza (Italia) repetía el éxito del año pasado en el Mundial de Roubaix. También repetía plata Maike van der Duin (Paises Bajos). El bronce era para la californiana Jennifer Valente que sumaría 2 más durante la semana. Eukene Larrarte representó a las nuestras y acabó en vigésimo primera posición.

La Velocidad por equipos le daba a Alemania la sensación de que seguirán arrasando. Emma Hinze, Leah Freidrich y Pauline Grabosch eliminaban a Canadá en primera ronda y en la final apalizaban a China por seis décimas estableciendo un nuevo récord del mundo en 45.967.

El trío alemán en pleno esfuerzo

En la final B, Gran Bretaña se apuntaba su primera medalla del campeonato por delante de Países Bajos. La Federación Española de ciclismo sigue sin encontrar tres velocistas desde que Tania Calvo y Helena Casas dejaron de competir juntas. Sorprendentemente naciones como Nigeria sí que son capaces.

Jueves

El día empezaba con la eliminación. Con el mejor resultado de una mujer española en estos campeonatos al acabar Tania Calvo en séptimo lugar. La más lista de la clase sería Lotte Kopecky (Bélgica) que era la que sobrevivía hasta la última vuelta para imponerse a Rachele Barbieri (Italia). El tercer cajón del podio quedaba para Jennifer Valente (EEUU).

Italia, cuyo programa de jóvenes promesas tiene poco que envidiar al francés, daba la campanada en la persecución por Equipos. La cuarteta alemana ejercía últimamente de gran dominador de la prueba, pero con la retirada de Lisa Brennauer y Lisa Klein fuera de la lista no consiguieron ni siquiera rascar medalla. 

La gloria fue para Vittoria Guazzini, Martina Fidanza, Elisa Balsamo, Chiara Consonni y Martina Alzini. Esta última es la más veterana de todas con solo 25 años. Por detrás, las británicas encabezadas por Katie Archibald y la cuarteta local con Borras, Berteau, Copponi y Fortin.

España volvía a una prueba que tenía olvidada vergonzosamente desde el mundial de Pruszkow en 2009. Eukene Larrarte, Tania Calvo, Izzy Escalera y Ziortza Isasi finalizaron la competición décimo segundas en un regreso que tenemos que celebrar.

Viernes

Las tres primeras pruebas del Omnium le ponían en bandeja a Jennifer Valente el oro. Solamente tendía que vigilar de cerca a la neerlandesa Maike van der Duin y evitar que el grupo se alborotara demasiado. Cosa que consiguió sin demasiados apuros. Repartidos el oro y la plata restaba por dilucidar el bronce, donde Maria Martins (Portugal) mantenía a raya a Lotte Kopecky, Maggie Coles-Lyster (Canadá) y Anita Stenberg (Noruega).

Con la velocidad individual, la apoteosis llegó al velódromo de Saint Quentin de Yvelines a última hora de la tarde cuando Mathilde Gros consiguió lo que parecía imposible. El jueves había sellado el segundo mejor tiempo en la clasificación, lo cual ya le permitía evitar los treintaidosavos. En la siguiente ronda se enfrentó a la nipona Mina Sato a la que ganó por menos de una décima y en cuartos con un poco más de suficiencia a la británica Sophie Capewell.

Las semifinales empezaron mal. El cruce con Emma Hinze empezaba con una derrota, pero la deportista de Nord Pas de Calais era capaz de remontar y en la final ganar con suficiencia a la otra teutona Leah Friedrich. En la final B Hinze se imponía a Laurine van Riessen (Países Bajos).

Sábado

El sábado empezó igual que acabara el viernes, con otro oro para la delegación francesa. En los 500 m. CRIMarie Divine Kouamé paraba el reloj en 32.835 y devolvía a Francia un título que no tenía desde que Felicia Ballanger dominara la especialidad con mano de hierro a finales de los 90.

La plata fue para Hinze y el bronce para una semi desconocida Guo Yufang de China. Helena Casas paró el crono en 34.554 lo cual le otorgaba la vigésima plaza.

El final de la Madison fue de infarto, con Lotte Kopecky y Shari Bossuyt capaces de ganar vuelta. Antes habían dejado pasar muchos sprints en la sombra dejando que Francia tomara ventaja. 

Lotte Kopecky y Shari Bossuyt

La realización cometió un error y atribuyó la victoria tras una última vuelta de infarto al equipo local, pero enseguida se rectificó para dar la victoria al dúo belga. Bronce para Dinamarca y un abandono por parte de la pareja española Tania Calvo- Laura Rodríguez.

Cerraba el día la persecución individual con sabor agridulce para Alemania. Mientras que Mieke Kroeger perdía la lucha por el bronce con Josie Knight de Reino Unido, en la final Franziska Brausse se imponía a Bryony Botha de Nueva Zelanda.

Domingo

Solo quedaban dos medallas por repartir el domingo en Saint Quentin en Yvelines. La Puntuación, que acabó en manos de la británica Neah Evans, con Julie Leth (Dinamarca) y una vez más Jennifer Valente sumando para Estados Unidos.

El cierre de la competición femenina eran las finales del keirin en la que Helena Casas volvió a darnos una alegría a clasificar segunda en la primera eliminatoria, aunque en los cuartos se quedaba fuera por una sola plaza.

Se plantaron en la final Ellese Andrews (Nueva Zelanda), Mina Sato (Japón), Mathilde Gros (Francia), Lea Friedrich (Alemania), Steffie van der Peet y Shane Braspennincx (Países Bajos). La más potente fue Lea Friedrich, que parece haberle tomado un poco de ventaja a Emma Hinze como primera lanza de la velocidad germana. Plata para Mina Sato y bronce para Steffie van der Peet.

Cierre

Terminan los segundos Campeonatos del Mundo consecutivos en Francia con un medallero repartido, encabezado por Alemania pero con dos naciones llenas de talento joven pisándole los talones, Italia y Francia. Seguramente en los próximos meses, conforme se acerquen los Juegos Olímpicos 2024, se sumen más países o retornen a la competición federaciones como la rusa que, nos guste o no es uno de los grandes animadores de esta disciplina.

 

En noviembre en las Isla Baleares, comienza la segunda edición de la UCI Track Champions League, donde podremos ver a muchas de las protagonistas de estos días en ese nuevo e innovador formato.

Con respecto a la representación española, esperar a que aparezca una ciclista estelar como ocurre en la categoría masculina con Alejandro Martinez. Tarea difícil que surja una ciclista hecha y preparada para triunfar a la que la federación solamente tenga que darle un maillot para que consiga éxitos.

Fotos: @UCI_Track

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