Xoan Escudero

Siempre que nos sentamos a escribir una crónica hay una historia que se repite una y otra vez, un grupo de ciclistas que lo intentan desde muy lejos y que casi nunca llegan. Pero “El Infierno del Norte” es una carrera en la que todo puede ocurrir y hoy una mujer de la clase media del pelotón se lo ha dejado todo para conseguir el que seguramente sea el día más importante de su vida deportiva.

La jornada en la triunfó la fuga

La escapada salía casi de inicio con un tropel de ciclistas. Llegaron a tener una diferencia por encima de los 5 minutos. Las que sobrevivieron hasta el velódromo fueron Marion Borras (St Michelle – Mavic – Auber97), Marta Lach (Ceratizit WNT), Femke Markus (SD Worx), Marthe Truyen (Fenix Deceuninck), Katia Ragusa (Liv TeqFind), Alison Jackson (EF Education – TIBCO – SVB) y Eugenie Duval (FDJ Suez), pero fueron muchas más las que aportaron. Capital para que a la postre la fuga llegara fue la noruega del Uno X Susanne Andersen, Lisa Klein (Trek Segafredo), Alice Towers (Canyon SRAM), Jesse Vandenbulcke (Human Powered Health), Josie Talbot (Cofidis), Marie Morgane Le Deunf (Arkea), Amber Pate (Jayco AlUla) y la italiana del UAE Laura Tomasi cuyas esperanzas acabaron en el pavé.

Caídas

Varias caídas lastraron el pelotón. Para nuestros intereses seguramente la más desafortunada la de Sandra Alonso (Ceratizit WNT), top diez el año pasado y a la que una caída la ha mandado para casa con la clavícula rota. Pero la más decisiva en el devenir de la tarde sería de Elisa Longo Borghini (Trek Segafredo) cuando iba segunda en el grupo seguidor y que provocaría una montonera. La más perjudicada fue Sanne Cant (Fenix Deceuninck) con un profundo corte en la cara como comentaba con los medios Michel Cornelisse.

Esa montonera de la que no se libró ninguna de las favoritas daba alas a las fugadas. Trataron en reordenarse pero lo hicieron, llegando a tener la cabeza de carrera a 8 segundos. Aquí las de delante apretaron mucho, seguramente la que más Alison Jackson. Mientras que por detrás se iban quedando sin fuerzas.

En el velodromo André Pétrieux

Entraron en el velódromo con la distancia justa para poder disputar el sprint pero sin tiempo de especular. La polaca Lach a pesar de tener una buena punta de velocidad se inmoló de lejos. Todo pintaba de fábula para Femke Markus que en otra de las decisiones extrañas del SD Worx estuvo evitando entrar al relevo y parecía la rival a batir. Pero hizo el afilador y acabó en el suelo dentro de la última vuelta para acabar decimonovena.

Los últimos metros fueron agónicos, todas sprintaban con la reserva y cualquier tipo de favoritismo previo se reducía solo a tener unas pocas calorías más de energía que las demás. Jackson se apuntaba la tercera edición de Roubaix por delante de Ragusa y de Truyen. Para las tres un resultado soñado pero para la canadiense un golpe sobre la mesa y un reconocimiento a su forma de correr valiente y sin esconderse.

Mal día para las favoritas

La victoria de la clase media dejaba a todas las grandes favoritas con un palmo de narices. Kopecky, Wiebes, Brand, Vos, Bastianelli, Mackaij, etc… No fueron capaces por diferentes motivos de ponerle el cascabel al gato y tendrán que esperar a otro año para inscribir su nombre en la exclusivísima lista en la que solo figuran además de la corredora de Education First, Elisa Longo Borghini y Lizzy Deignan.

Las españolas

Con Sandra fuera de combate la única española en acabar la carrera dentro del tiempo límite fue Gloria Rodríguez (Movistar), siendo de hecho el farolillo rojo. Su compañera de equipo Sheyla González tampoco finalizaba. Las otras dos españolas Marta Romance y Lucía García acababan su primera Roubaix pero fuera de tiempo.

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