Kiesenhofer entra en la historia del olimpismo por la puerta grande

Anna Kiesenhofer (Austria), ciclista que no forma parte del World Tour, se ha llevado el oro olímpico por delante del que seguramente sea el equipo más potente que ha puesto los pies en esta prueba.

La austríaca ha completado hoy la carrera de su vida. Como en todas las pruebas en los JJOO y en los campeonatos del Mundo, nada más bajar la bandera de la neutralizada, un grupo de peregrinas se lanza hacia lo desconocido. Este plan siempre sale mal, nunca nadie consigue ganarle el duelo a un grupo lleno de favoritas hasta la línea de meta. Pero si hay una especialidad deportiva donde puede ocurrir de todo es ésta y la gloria estaba esperando a la vienesa de 30 años.

 

La ex corredora del Frigoríficos Costa Brava contó con una escolta de excepción formada por la polaca Anna Plichta, la israelí Omer Shapira, la namibia Vera Looser y la sudafricana Carla Oberholzer. El grupo se fue desgranando. Primero se quedaron las dos corredoras africanas. Posteriormente un potente ataque cuando la carretera se empinaba dejó únicamente a Kiesenhofer, que mantuvo el ritmo desde el primero al último de los 137 kilómetros.

Paises bajos desperdicia una ocasión histórica

A pesar de la plata de Annemiek van Vleuten la carrera de la selección orange solamente se puede entender como una gran decepción. Van der Breggen, Vos, Vollering y la propia Van Vleuten eran las favoritas absolutas y el triplete neerlandés estaba en boca de todo el mundo. El problema no es no ganar la medalla de oro, sino dar la sensación de que lo has dejado escapar.

La regla olímpica ha hecho disponer de un pelotón reducido, que hace que incluso las selecciones más potentes solo puedan alinear 4 ciclistas. Teniendo esto en cuenta, dejar que una fuga coja 10 minutos de ventaja no parece una decisión sensata. Todo el pelotón quedó a la espera. Italia, EEUU o Alemania que también tenían escuadras de 4, le dejaron la patata caliente a Paises Bajos. Si eres la favorita tienes que actuar como tal y es aquí donde llega el drama. Las cuatro súper estrellas se veían esta noche en la villa olímpica con el oro colgado al cuello. El Team NL contribuyó poco a la caza y cuando lo hizo fue de manera caótica.

A 60 Km de la meta tocaba la heroica. Ataques maratonianos como el del Mundial de Harrogate o la Strade Bianche de 2019, porque si alguien podía hacerlo eran ellas. Pero por delante había una contrarrelojista sólida que no colapsó cuando los lobos atacaron. A falta de 10 para la línea de meta del Circuito de Fuji, las cuatro favoritas se dieron cuenta de que se quedaban incluso fuera del podio y ahí si bajaron la cabeza y se pusieron a trabajar.

La austriaca ya estaba a salvo cuando Van Vleuten lanzó el ataque definitivo, pero éste sí que fue suficiente para neutralizar a Shapira y a Plichta que se merecieron mucha más gloria que ser 24ª y 27ª. La de Utrecht, a la que una caída en Río la había privado del oro, volvió a irse al suelo en el ecuador de la prueba al no poder evitar la bicicleta de su compañera del Movistar Emma Norsgaard.  Seguramente por eso celebró con efusividad la plata, aunque también es posible que al cruzar la meta no fuera consciente de que 1 minuto y 15 segundos antes ya entrara Kiesenhofer.

 

Podium final de Tokio 2020

Meritorio el bronce de Elisa Longo-Borghini para Italia, que supo mantener la calma hasta los últimos compases de la jornada. Tras ella Lotte Kopecky, a la que aún le espera la pista con Bélgica. Marianne Vos, Lisa Brennauer para Alemania y Coryn Rivera para EEUU, se llevaron los diplomas olímpicos.

Las Españolas:

Mavi García entró decimosegunda y Ane Santesteban vigésimo octava. A pesar de no ser seguramente las posiciones que deseaban al tomar la salida, hay que decir que su aportación fue todo lo contrario de la selección masculina ayer, estando conectadas en todo momento a la acción y siendo protagonistas por instantes.

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