La labor de La Fundación Esteban Chaves
Nota de prensa EF Education-EasyPost
Creando campeones en Colombia
Cuando Esteban Chaves (Bogotá 1990) era niño, salía con su padre en bicicleta por las montañas de Colombia. Esteban se quedaba rezagado y le preguntaba a su papá si podría vencer a Lance Armstrong. “Sí“, se rio su papá, “pero disfruto de mi trabajo como carpintero“
Un día, Esteban y su papá emprendieron su salida local como siempre y Esteban ganó. ‘Guau‘, pensó Esteban. ‘Si puedo vencer a mi padre, puedo vencer a Lance Armstrong‘. Ese pensamiento le dio alas a Esteban. Pronto estaba ganando carreras en Colombia. La familia de Esteban no tenía mucho dinero, pero juntaron el suficiente para comprarle una bicicleta y llevarlo a las competiciones. Su padre quería brindarle a Esteban todas las oportunidades que él mismo nunca tuvo. Creía que Esteban podía ser un campeón.
Años más tarde, esa creencia trajo a Esteban a Europa. Lo llevó a competir en grandes carreras y a la victoria en Il Lombardia. Contra todo pronóstico, desde una infancia humilde en Colombia, Esteban Chaves se convirtió en una súperestrella del ciclismo.
“Muchos niños en Colombia no tienen tanta suerte. Sus sueños pronto se ven truncados por la necesidad de llevar comida a la mesa de sus familias. Especialmente en las zonas rurales, dedican un poco de tiempo a estudiar lo básico y luego tienen que ir a trabajar”, dice Esteban. “La gente trabaja para sobrevivir. Es bastante difícil llegar a fin de mes. Los niños no pueden salir de los pueblos donde nacieron, porque necesitan trabajar en sus fincas con sus familias”.
El ciclismo les da a los niños colombianos la oportunidad de escapar, aunque sea solo por un par de horas. “La mayoría de los niños de zonas rurales, se despiertan a las cuatro de la mañana para ir a ordeñar las vacas y sacar papas de la tierra”, prosigue Esteban. “Sus mamás les preparan un poco de desayuno, y luego hacen en bicicleta diez kilómetros para ir a la escuela. Completan todo su trabajo escolar, vuelven y van a entrenar, porque les encanta andar en bicicleta. Regresan por la noche y sacan verduras de los campos. Son tan resistentes. Estos niños solo comen huevos y arroz, y siguen soñando. Ellos siguen creyendo”. Los niños de Colombia también inspiran a Esteban, que corre por ellos. Quiere ayudarlos a tener oportunidades para perseguir sus sueños.
La creación de La Fundación:
Hace unos años, Esteban y su familia crearon La Fundación Esteban Chaves para ayudar a la juventud colombiana. Si bien los desafíos a los que se enfrentan sus gentes a veces parecen abrumadores, Esteban sabe de primera mano lo que un gesto de cariño puede suponer para una persona joven.
Cuando Esteban tenía 22 años, se estrelló en una carrera en Italia y casi pierde la vida. Se fracturó el cráneo, la clavícula, las costillas, el pómulo derecho, los maxilares y el esfenoides, perforó un pulmón y sufrió raspaduras y contusiones graves. Lo peor de todo es que sufrió daños en los nervios de su brazo derecho. No podía sentir sus dedos, y mucho menos tirar de una maneta de freno o cambiar de marcha.
En ese momento, Esteban no era la estrella que es hoy. Fue a buscar un médico que lo ayudara, pero su caso era complicado y nadie quería operarlo. Parecía que la carrera ciclista de Esteban había terminado antes de que realmente hubiera comenzado. Los doctores le decían: “Tal vez podamos arreglar tu brazo, pero no lo sabemos con certeza, así que no lo vamos a intentar”
Finalmente, Esteban encontró un cirujano en Colombia que estaba dispuesto a intentarlo. La cirugía funcionó. Ese médico colombiano, Julio Sandoval, le cambió la vida y le dio esperanza. Todavía tenía que trabajar duro para recuperarse, pero pronto Esteban estaba volando por las montañas como había nacido para hacerlo. Sus mayores victorias estaban por delante de él. Sin embargo, esas victorias serían vacías si fueran solamente para él. Esteban quería correr por una causa mayor que él mismo.
Su fundación ahora organiza el Gran Fondo Esteban Chaves, una prueba para recaudar dinero para cirugías para niños que de otro modo no podrían pagarlas. La organización trabaja en estrecha colaboración con el médico que arregló el brazo de Esteban cuando tenía 22 años y ha transformado la vida de decenas de niños que nacieron con pie zambo, parálisis cerebral y otras condiciones incapacitantes.
“Son como yo”, dice Esteban. “Estaban pasando por alto a estos niños porque no tenían el dinero o el estatus. Las cirugías a veces duran una hora, tal vez 40 minutos. Es como la carpintería. Los médicos simplemente cortan y ensamblan, y eso cambia la vida de los niños. Tengo mucha suerte, porque encontré a la persona adecuada en el momento adecuado de mi vida. Si podemos brindar esa experiencia a las familias, de eso se trata la vida. El dinero y los resultados y todas esas cosas en un momento desaparecerán. Esto es lo que importa. En el futuro, si un niño dice: ‘Hombre, puedo caminar porque un día un loco que montaba en bicicleta pagó mi cirugía y ahora puedo trabajar y tener una familia’, eso es lo que importa. Eso es lo que quiero. Este es mi sueño”
Esteban nunca ha dejado de soñar. Desde sus primeros paseos con su papá por Bogotá hasta victorias en grandes carreras y salas de operaciones de hospitales colombianos, así fue como se convirtió en el campeón que es hoy. Por el futuro de su país y de cada niño al que puede ayudar, Esteban quiere dar a los colombianos los medios para seguir sus propios sueños. De eso tratan los proyectos ciclistas de la Fundación Esteban Chaves.
La Clásica Esteban Chaves es una carrera de cuatro etapas por Bogotá para chicos y chicas, que se ha convertido en uno de los mejores eventos juveniles del país. Los niños más rápidos de Colombia tienen como objetivo venir y competir en un evento que los trata casi como si fueran profesionales. Si necesitan un kit, la fundación de Esteban ha establecido ‘FunBoxes‘ en tiendas de bicicletas de todo el país para recolectar equipos usados para donarlos a escuelas, clubes y academias en toda Colombia. Esteban está especialmente orgulloso del hecho de que las chicas que vienen a la carrera puedan andar en pelotones adecuados, algo que todavía es raro en América Latina, y competir por los mismos premios que los chicos.
La fundación de Esteban también ha puesto en marcha una escuela de ciclismo. El objetivo es enseñar a los jóvenes todas las habilidades básicas que necesitarán para convertirse en corredores. Más importante aún, la escuela fomenta los valores que necesitarán para tener éxito en la vida.
La mayoría de los niños que van a la escuela de ciclismo de Esteban esperan poder ingresar al Equipo de Ciclismo FUN Chaves. El equipo de desarrollo juvenil que creó Esteban en 2015, que brinda a los jóvenes corredores colombianos la oportunidad de competir en eventos de clase mundial, alrededor del Mundo.
“Algunas de sus historias son tan hermosas”, dice Esteban. “Realmente tocan tu corazón. La mayoría de ellos nunca han visto el océano. La mayoría de ellos no tienen pasaporte. Y les brindamos la oportunidad de viajar por todo el Mundo. Vienen al equipo y se van con ambiciones diferentes”
Cada año, cientos de niños vienen a probarse para el equipo. Los mejores obtendrán bicicletas y equipos de nivel profesional, entrenamiento y oportunidades de competir en eventos de primera clase. No hay nada que les impida alcanzar su potencial.
“Todo el talento, todo el corazón, toda la convicción viene de ellos y sus familias cuando se unen a nosotros, y literalmente les damos un pequeño empujón con la bicicleta, con el kit, con la nutrición y algo de ayuda”, Esteban dice. “Pero el trabajo principal proviene de ellos y de cómo trabajan y cómo crecen”.
Dos corredores del equipo júnior de Esteban ya han llegado al World Tour. Santiago Buitrago y Einer Rubio comenzaron en FunChaves. Son inspiraciones para la próxima generación de colombianos. “Si eres un niño, solo sueñas camino a la escuela en tu bicicleta de montaña, entonces piensas, ‘si este tipo Esteban Chaves, o Santiago Buitrago, pueden hacerlo, y son como yo, entonces puedo hacerlo”, concluye Esteban.
Tal confianza en uno mismo es poderosa. El padre de Esteban se lo inculcó cuando era niño. “Por supuesto que quiero ganar carreras, pero ahora es porque cuando gano carreras, puedo demostrar que los sueños se pueden hacer realidad”, dice. De todos modos, si los jóvenes llegan o no al World Tour no es lo más importante.
“Algunos de ellos llegarán a ser profesionales, y eso es muy valioso para nosotros, pero lo que realmente importa es que cambiamos la vida de todos los niños de nuestros equipos. Cuando eres ciclista, trabajas en equipo, debes tener mucha disciplina, debes llegar a tiempo, debes cuidar tu bicicleta y debes cuidar a tus compañeros. Si traduces eso a la vida normal, tienes un valor realmente bueno. Si nuestros chicos/as se vuelven profesionales, perfecto. Si no lo hacen, sabemos que hicimos una mejor persona, porque fueron parte del proceso. Éste es el verdadero valor del deporte. Éste es el verdadero valor del ciclismo en Colombia”. El ciclismo genera campeones dentro y fuera de la bicicleta. Esteban Chaves es prueba de ello.
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