El último baile de Rachel Neylan
by Santy Rey
La australiana dice adiós a la élite
Como cada final de año, hay un número de corredoras que ya no veremos competir al máximo nivel en 2024. Una de ellas es Rachel Neylan (Sydney 1982), que colgaba la bicicleta tras su etapa final en Cofidis. Italia fue testigo de la despedida a su carrera como ciclista profesional.
Una corredora que tiene un fuerte vínculo con España. En el 2018 formó parte del inicio del proyecto Movistar Team. Dos años después la veíamos con Cronos Casa Dorada con una buena participación en El Giro de Italia hasta que el equipo, con Íñigo Cuesta a la cabeza, desaparecía año y medio después.
Por otra parte su doble nacionalidad le ha permitido contribuir al ranking olímpico de Irlanda en su camino de que el país tenga representación en la carretera de los JJOO de París. Una presencia que aseguraba Mia Griffin el último día de la temporada con su podio en El Tour de Guangxi.
Sus inicios son en el atletismo:
Sus primeros recuerdos son de los JJOO de Barcelona 1992 cuando se levantaba a las 4 de la madrugada para verlos por televisión desde su Australia natal. Sobre los 10 años comienza a practicar atletismo compitiendo a nivel estatal y nacional. Su ilusión desde niña es representar a su país en una cita olímpica. Sueño que cumple sobre su bici en Río 2016.
Las lesiones hacen su aparición y una adolescente Rachel piensa que está volcando toda su energía en una empresa muy complicada. Prueba el remo y el triatlón. Mientras, ingresa en la Universidad de Sydney y se gradúa en fisioterapia.
En el año 2007 empieza a trabajar en el equipo olímpico de remo australiano como fisio. Ello le permite apreciar desde dentro el sacrificio necesario para ser campeón mundial u olímpico. Al poco tiempo se da cuenta de que se encuentra en el lado equivocado: “No quiero estar trabajando con atletas, sino ser la atleta”
En los Campeonatos Mundiales de Remo de Munich (2007) se encuentra pedaleando en bicicleta por el canal de remo con los entrenadores del equipo australiano, vestida con los colores oro y verde de la selección. Y siente la necesidad de encontrar un deporte que pueda soportar fisiológicamente su cuerpo para dedicarse a él. Por sus cualidades, ese deporte debe tener la base en la resistencia.
Consulta diversos fisiólogos y ya en casa, a través del buscador “google” da con un programa de búsqueda de talentos para atletas de entre 18 y 25 años para potenciar el paso de otros deportes al ciclismo. Ella tenía 25 años en ese momento.
Se traslada 1400 km, desde su Sydney natal a Adelaida, para presentarse en las pruebas. Un mes después se muda definitivamente a Adelaida: “Si disponía de una pequeña oportunidad, tenía que cogerla con las dos manos ”
Así que todo empezó para ella a principios del 2008, con 25 años. Y 4 años y medio después, en 2012, llega su gran momento. En su primera convocatoria con su país, consigue el Subcampeonato Mundial de ciclismo en Valkenburg (Países Bajos) por detrás de una estratosférica Marianne Vos. Esa temporada fue muy buena para Rachel, formando parte de un pequeño equipo alemán. Un año antes había tenido una fractura de pelvis en el Giro y estaba en su casa haciendo la rehabilitación de madrugada mientras seguía por la tele el triunfo de su compatriota Cadel Evans en el Tour de Francia 2011. Y cómo es la vida, que doce meses después era ella la que se subía a un gran podio internacional.
Otra experiencia que Rachel no olvidará es su participación en 2014 en La Course en el circuito de Los Campos Elíseos. Estuvo escapada varios km hasta ser cazada. Una carrera francesa que era el preludio del regreso del Tour de Francia Femenino y que nuestra protagonista disfrutó las 2 ediciones. Otro de sus momentos importantes es su primera victoria, que sucedía en Cadel Evans Great Ocean Race 2015, carrera que actualmente goza del status WWT.
Su carrera profesional abarca más de una década con victorias y podios en carreras europeas UCI, en campeonatos nacionales, además de representar a Australia en 6 Mundiales.
Foto portada: Getty Images